domingo, 24 de noviembre de 2019

Del Griego, o la virtud práctica de los mezedes

¿Qué hace a la gente feliz? Una pregunta compleja que ha invadido muchísimas mentes a lo largo de nuestra historia. ¿Que hace a la gente feliz? Vivir una vida virtuosa, obrar de una manera que puedas querer que se vuelva una ley universal. ¿Qué hace a la gente feliz? A mi me hace muy feliz ir a comer donde ell griego. Vamos pues, que esto no va a ser un ensayo filosófico, ¿o si?


Una noche con un devenir afortunado garantizado


Del griego está ubicado en la primera avenida a una cuadra del Geminis 10, y se caracteriza por servir una gran variedad de comida griega (quien iba a decirlo). Su menú es amplísimo, con cientos de opciones deliciosas. Desde los deliciosos mezzedes (entradas) hasta ¿tacos? si tacos… pasando por carnes, ensaladas, los famosos gyros y también souvlakis. Adicionalmente cuentan con una carta de más de 60 opciones de cervezas así como una cava extensa de vinos. Se pueden imaginar manejar ese inventario con tanta gracia, yo no. Es una cuestión que siempre discuto con las personas queridas con las que siempre visito el restaurante. Y, es que, a Del Griego hay que ir siempre acompañado de gente querida, en grupos grandes, porque pues así se pueden pedir más mezzedes y compartirlos.
Bien, y entonces ¿qué es la virtud?, y ¿cómo aplicarlo a comer cosas deliciosas?, a veces desmesuradamente. La virtud es el hábito de hacer las cosas bien, y Yani si que lo sabe. Y que es el bien, pues es la forma de actuar de una persona virtuosa, y Yani si que lo es. Y que es una persona virtuosa, pues claramente Yani Kefalas, el dueño/administrador de del griego. No es pretensión, Yanis claramente si tiene algo de griego, no le puso así al restaurante solo por falta de creatividad. Yani, un tipo alto bien parecido, siempre lo he visto vistiendo un camisa blanca y jeans, siempre atento y amable al servicio, siempre dispuesto a platicar y a contarte algo de sus platos. ¿Ya les dije que siempre dispuesto a platicar? a veces platica bastante digamoslo asi. Pero es un personaje genial con una pasión por su comida que emana y contagia. Me encanta platicar sobre los tomates de la ensalada griega, nunca he logrado sacarle quien lo provee de estos frutos tan deliciosos ni como los logra servir siempre en su punto perfecto, claramente no soy suficientemente virtuoso para saber aún.


Desde la entrada Del Griego te presagia lo que es bueno, tomates… El libro de quejas está vacío, lo apuesto.


La virtud no es cosa sencilla, pero tampoco es una situación complicada de alcanzar. Para Aristóteles, la virtud se alcanza a través del hábito. De actuar habitualmente bien, mentoreado para aprender cómo actuar bien. No me queda la menor duda que esta filosofía se transmite directamente en la comida de Del Griego. Dia a dia, plato a plato los ingredientes son respetados y por ende ejecutados maravillosamente. Yanis claramente debe ser descendiente del mismo Aristóteles.


Del Griego emana esta virtuosidad a sus clientes, que la persiguen todos los días de la semana. Uno puede ir bien un sabado pasado el mediodía o un martes al filo de las nueve p.m. y encontrar el restaurante llenísimo, así de bueno es el lugar, así de buena es su comida. Solo pensar en esto me hace sentir la necesidad de ir a comer otra vez. 


Siguiendo entonces la sabiduría práctica, que es la que nos debe guiar en esta travesía nos vamos por los mezzedes. Hay para todos los gustos, veganos, vegetarianos, con carnes. Antes de poder ordenar, junto al menú, nos llevan la cortesía, un pan blanco acompañado de queso crema con eneldo, perfecta combinación para estimular más mi apetito. 


Siendo un personas de costumbres empezamos por algo sencillo, una especialidad, una porción de Spanakopitakias. Estas son unas dobladitas de masa filo rellenas de la más deliciosamente condimentada espinaca, crujientes por fuera, suaves y cremosas por dentro. Junto a las Spanakopitakias también pedimos una ensalada griega, que nunca debe faltar. Clásica con tomates, pepino, aceitunas surtidas, queso feta y una vinagreta absurda, es incomprensible cómo la hacen tan sabrosa, seguramente usan las proporciones de phi, la proporcion dorada. Siempre suma atención a los tomates, son ideales, pareciera que vienen del mismísimo mundo de las formas. Yanis guarda celosamente a su proveedor como les platiqué, he tenido esta conversación antes. Siempre me dice que si me encantan, él mismo me los vende porque a veces le sobran, siempre me da pena tomarle la palabra.
Spanakopitakias y ensalada griega


Continuamos con algo más sustancioso, un Saganaki. Esto es una lasca gruesa de queso parmesano a la plancha llevado hasta el punto de crear una tenue costra crujiente. Se sirve sobre un flatbread y se acompaña de limón, esta es una excelente yuxtaposición que permite cortar la grasa y no solo permite percibir otros matices del queso, también nos permite querer siguiendo más queso, ¿acaso no dije que era una excelente idea?


Para poder ayudar a hacer fluir este bacanal pedimos un refresco de maracuyá, delicioso y astringente, y una Tucher Ubersee,  una lager de exportación, tenue pero algo tostada, perfecta para limpiar el paladar y no invadir los sabores de los mezzedes.


Arribamos al clímax, el tercer acto de la noche. Las proteínas animales. Y, es que, una visita a Del Griego no puede estar completa sin degustar alguna de las varias preparaciones de cordero. Pueden degustarlo como costillas, estofado, en un gyro, o inclusive tacos (sigo sin comprender porque nunca he probado estos tacos). Ahora nos decantamos por el cordero gratinado. En esta presentación va el cordero finamente picado, acompañado de mozzarella gratinado, solamente al punto de permitir una tenue malliardizacion en la parte superior. Esto es la cúspide del buen comer de esta noche. 


Finalmente, comenzamos el descenso, porque la vida también tiene tragedias. El pulpo al chipotle, no terrible, pero punto bajo en comparación. La salsa muy bien preparada, un estofado de tomate con un ligero aroma a chipotle, para mi gusto poco picante y el ahumado poco perceptible. No lo considero un mal platillo, pero en comparacion a lo demas, no cumplio para cerrar con broche de oro. De la pura tristeza decidimos pedir un postre, unos Lucumaditos con helado. Estos son pequeños churros de yuca dispersos en una cama de una miel deliciosa, coronados por una bola de helado de dulce de leche. Olvido la tristeza, se hace nuevamente evidente la virtud frente a mi. Gracias por tanto Del Griego, gracias por mostrarnos la sabiduría práctica de comer bien.
Lo siento señor quería capturar la cítara y el establecimiento a reventar

viernes, 24 de noviembre de 2017

MEHrido Combo

Tuve un microbús Volkswagen; rojo con negro, me encantaba y esa melancolía... Cuando comí por primera vez Querido Combo estaba maravillado que pudieran cocinar adentro del carro de mis sueños. Mi experiencia con esas hamburguesas y con mi carcacha tenían varias cosas en común…

El crew Querido Combo iba a estar el domingo el Plaza Futeca quería ver de nuevo al microbús. Al llegar vimos dos ahumadores con ventiladores para arreciar las brasas. Contiguos en línea, varios chimney starter, lo que evidenciaba coordinación y una línea de producción bien ensamblada. Los ventiladores hacían que densos tornados de humo salieran desde adentro y en esa emanación de olores los parrilleros echaban punta en medio ritmos de R&B y Hip Hop suavecito. En la parte frontal atravesando la calle de acceso estaban bajo un toldo los cómplices de Hops Brewing Co. Y además la entrega de las Tino, una bebida propietaria de los QC.

Quiero dejar claro QC vende una experiencia. Su buena presencia en redes sociales, su sobria y atractiva imagen gráfica y la asociación con otros emprendedores de la industria gastronómica. Son congruentes con su producto y con la idea que ejecutan. Me encanta que proyectan el DIY, lo sustentable y la camaradería. Los platos en los que sirven son biodegradables, no hay utilería de plástico. Las Tino son envasadas por ellos mismos en contenedores de vidrio y ellos mismos educan a los comensales a llevársela y darle un segundo uso. En fin, hay varias cosas que esta gente está haciendo muy bien y que seguramente muchos los usarán de modelo, son en definitiva pioneros y un grupo de influencia del movimiento #foodie en Guatemala.

Pasemos entonces con las estrellas del evento…

Estaba decidido, compartiríamos una burger y un bulldog. No había tenido el privilegio de probar el bulldog y soy un fanático de las salchichas (oh si), además, en mi expedición original aun no existían. Nos depositamos bajo uno de los toldos y pactamos comer una mitad de cada cosa (para sentirnos menos gordos quizás, el precio también influenció). “Atinadamente” pedimos dos botellas de Tino, una de cada sabor disponible: Frutos del Bosque, una combinación de bayas rojas, ligeramente gasificada, mi bebida favorita de la tarde. Ligeramente espesa con el nivel perfecto de dulzura (igual a mi jaja); y una Limonada con Chang (como le dice ahora la gente posmoderna “”CHIA”” pff) infusionada con jengibre y yerbabuena. Muy refrescante y de un sabor bastante bueno, tenía un final algo amargo, se lo podría atribuir a un limón oxidado o quizás un cuchillo desafilado cortando la yerbabuena. Beberia seguido las dos si las vendieran en la tienda o en el super.



El servicio fue rápido y preciso, cordial pero algo frio, la burger fue entregada inmediatamente reforzando la idea de buena coordinación, el bulldog lo esperamos un par de minutos.  El bulldog según me había explicado la chica que me cobró era una salchicha alemana en un pan pretzel cubierto de pepinillos, tocino y mostaza. Como diría Jack el Destripador, vamos por partes. El pan estaba bien, no muy pretzel en realidad porque la típica piel del pretzel no era evidente, sin embargo el pan no es malo. Es un buen vehículo, no se ahueva, se mantiene consistente, entero y levemente chicloso durante toda la comida. La salchicha es el centro de atención, como debe ser, ¡Es una salchicha blanca asada a la perfección! Jugosa y de buen tamaño (aunque sea difícil, veamos más allá del juego de palabras no intencionado). Las marcas carbonizadas, intencionadas por cocinarse rápido a fuego alto, permiten que el interior quede jugoso. Embelleciendo la salchicha va el pepinillo picado agridulce, probablemente Heinz, podría no estar ahí, en realidad es irrelevante. Encima viene una generosa capa de tocino ahumado picado en trozos, acá el balance casi se rompe. El tocino es de paquete, no tiene nada de malo, pero lo ahúman demasiado y no es para menos, el tocino siempre debe cocerse muy bien. El problema es el grosor. Esto hace que la superficie de cocimiento no sea óptima y termina sabiendo solo a humo. Para concluir una línea de mostaza, es una mostaza suave, poco punzante, pero de buen sabor que cierra con un buen broche al bulldog.




El periplo estaba por concluir y la burger desfilaba a la final. En papel la hamburguesa es digna de un troglodita recatado: carne rellena de queso azul y mozzarella, envuelta en dos tiras de tocino elegantemente coronada por chimichurri, rodajas de pepinillo y un pimiento asado en un pan de semilla de amapola. La primera mordida nos da la primera vista al precipicio en el interior de la bola de carne. El queso mozzarella está perfectamente derretido, el queso azul.. ausente, me decepciona un poco. De primas a primeras la hamburguesa se ve increíble, una concocción de ingredientes finamente construidos, sin embargo al morder la carne la realidad se me atraviesa. Deduzco que arman la bola alrededor del queso adelgazando la carne y no creo que sellen la carne antes de ahumarla. Adentro se percibe el anillo de humo que dejan los jugos al migrar, lamentablemente en mi hamburguesa migraron para no volver. El chimichurri sabe muy bien, emulsiona adecuadamente todo. El pepinillo me sabe a Price Smart, no es algo terrible, pero por el precio espero más. El chile pimiento hace su trabajo muy bien y le da un matiz sutil que combina bien al chimichurri. Finalmente el pan de amapola. Muy delgado, no le hace justicia, en mi opinión le vendría mejor un brioche o un rollo de papa. Lo sentí particularmente desabrido, como cuando te comes el pan francés al día siguiente y no acabado de comprar. Una hamburguesa bonita, mas no memorable, no estaba contento.




Al terminar tenía que limpiar el paladar con una cerveza. Tenían IPA, Lager, Stout y una Ale. Escogí “la nueva” Amber Ale porque tengo cierta predilección por las Ales y sus sabores frescos y frutales, en especial un Domingo de calores como ese. Me preguntaron si prefería otra porque tenían que acabárselas antes de poder servir la Ale, en realidad no quería, quería probar la Ale además soy un necio. Me dieron mi cerveza, una pinta de Graciela: una Pin-up desnuda de pelo oscuro gozando de abrir una botella de licor, genial. La cerveza estaba tibia, en parte por necio, el sabor era bueno pero no tenía mucho cuerpo. El color más que ámbar tiraba a un café algo opaco. Quisiera volver a probarla fría, y las otras iteraciones que vengan. El vaso lamentablemente no es para llevar pero si reutilizable

TL;DR Querido Combo es una idea genial, la ejecución no es sobresaliente, a mi parecer, pero venden una excelente experiencia. Son definitivamente pioneros del foodtruck y del movimiento #foodie guatemalteco. El bulldog me encanto, pero puede mejorar, específicamente el tocino que estaba saturado de humo. La hamburguesa fue bastante decepcionante. Seca, y sin mucho sabor, los aderezos brillaron más. El pan pasa desapercibido por apático. Me quedo con las Tino, sobre todo la de frutos del bosque, Q25 cada botella. Las cervezas de Hops Brewing Co. la volvería a probar aunque valga Q55. En general pagás la experiencia, una experiencia caaaara. Las hamburguesas valen Q60, los bulldogs Q55 y solo lo acompañan unas tristes papalinas. QC tiene un largo camino por delante, gente que los visita seguido y buenas alianzas con otros emprendedores culinarios. En lo personal creo que como con mi microbús tomaremos caminos distintos, al menos por un tiempo…




Drake sin “Hotline Bling” (referencia desactualizada *tos, tos*) califica así:

Calidad (3/5): tienen una idea fantástica y buenos ingredientes. La ejecución se queda corta al masificar las hamburguesas. Las salchichas son geniales (lo dije).

Precio (3/10): usualmente cuando gasto tanto dinero estoy al menos feliz temporalmente, esta experiencia no fue así, solo era un gordo decepcionado al final. Tuve que esperar el bono para ir a comer ¡me entienden, asalariados!

Riesgo (3/10): zona 14, centro comercial, parqueo cerrado, toldos. Es el equivalente a andar un triciclo. Lo que me puede pasar es morderme la lengua y llorar al ver el estado de cuenta.


Calificación ponderada en piolos: 3.33 ¡MEH!

martes, 24 de enero de 2012

(O.T.N.I.) Objeto Tortillístico No Identificado, y otras cosas qué también existen!


                Yo decido comer, usted también. Y por comer me refiero a pegarse una graaaaaan hartada, no del tipo almuerzo ejecutivo de a Q15. Más como…

 :-/

Justo frente a la convergencia de la séptima avenida y quinta calle de la zona 13 (14.597528,-90.530329 introduzcan estas coordenadas en google maps), de esta cosa que se puede llamar ciudad capital, se encuentran ubicadas las mixtas del Fischmann. De una caceta verde se origina el O.T.N.I.  Que viene siendo como una representación apoteósica de la mixta tradicional, y que se caracteriza por manipular la sinapsis de la región límbica del cerebro a su sabor y antojo. Y es que con naturaleza parasítica lo único que desea es ser consumido para poder seguir perpetuándose.


 (la mothership)

Existe la posibilidad de que sea un mecanismo neuronal también, algo así como un neurotransmisor delicioso. Que actúa en la corteza frontal justo en el sistema de recompensa y por eso el placer absoluto al clavarle cada uno de los dientes, definitivamente hay chispas en mi cerebro.

Desde que lo atravesamos con los incisivos, lo destazamos con nuestros caninos y terminamos por molerlo en lo más recóndito de nuestra mandíbula, el O.T.N.I. aventaja a cualquier raciocinio o negación de instinto que intente ocupar hasta a la mente mas privilegiada.  Tal vez son las capas de ambrosia convertida en guacamol. O quizá sea su área superficial que supera los 170 cm2 de cada lado. No puedo dar seguridad del “¿por qué?” (como diría un dirigente), sin embargo, si puedo constatar que este ente puede desbalancear químicamente nuestro cerebro en búsqueda de su consumo perenne.


(O.T.N.I.)

No se trata de una cuestión metafísica, este objeto es francamente la mejor representación de que vivimos en un mundo físico y que el dualismo está arraigado nada más a nuestra necesidad de espiritualidad. NO! el O.T.N.I. nos lo evidencia con un zarpazo de embutidos en la sien.  Se pueden contar no una ni dos, sino tres salchichas. Una cantidad un poco inferior de chorizo y longaniza fritas, y no asadas. Así como también carne a la plancha, todo finamente cortado para volver la experiencia más eficiente. Monismo de sabor que nos causa satisfacción, y como no pensar que actúa directamente en mi cerebro.


(sorpresa)

Ya al final mis neuronas pueden estar fundidas de tanta actividad, o más bien puede ser una neuralgia, lo importante es la sonrisa en mi cara. El O.T.N.I cobro otra vida a cuestas del hedonismo gastronómico. Qué ¿como me hace sentir eso? ...pues bien.

Diagnóstico del Dr. Phill culinario:

Calidad (4/5): Es absurdo tratar de evaluar objetivamente a este objeto que definitivamente se apodera de mi al comerlo, pero sé que no es perfecto.

Precio (8/10): pagar Q25 por un plato, que a la vez es una obra ingenieril alimenticia, el tamaño de esta tortilla se merece un programa en el Discovery.

Riesgo (4/10): la locura no es algo que me preocupa, el lugar es tranquilo, solo me preocupa que pudiera ya no estar ahí.

Calificación ponderada en piolos: 4.84


Y así actúa el O.T.N.I.







miércoles, 21 de septiembre de 2011

Hamburguesas ideales e inteligibles


Día a día nos alimenta la publicidad con ideas de que hamburguesa puede ser la mejor, o la más grande, o la más “grande y sabrosa”. Quiero evidenciar desde un punto de vista hamburguesil como todo esto es una treta. Mas allá de las tinieblas y las sombras, las cadenas y grilletes impuestos por esta sociedad de consumo existe una meca de hamburguesas reales…

Indiscutiblemente es con toda la intención del caso que esto va en contra de los arcos dorados que siempre nos logran atrapar. Obviamente las hamburguesas no son la comida más puritana u orgánica del medio, sin embargo todo valga por la finalidad jocosa de este medio.

El enemigo x2

 Las hamburguesas “El Puente”, localizadas en el mismo centro comercial que Oh Kiku sobre la 20 calle de la zona 10, son realmente una obra de filantropía alimenticia. Poco a poco van a ir entendiendo porque.
                Ya  tenía un buen par de veces que dicho establecimiento me había coqueteado en una de tantas veces que había ido a calmar la tripa con sushi. Fue también un prodigo comelón que en varias instancias había recomendado dicha exquisitez. Es entonces que decido ponerme el overol e invocar a las tropas para una incursión en contra del hambre.

El lugar no da espacio a dudar que sea un Burguer Joint. Sus colores basados en psicología del color básica: rojo y amarillo para comer y marcharse le dan a uno la bienvenida. El menú alberga varios especímenes de hamburguesas, inclusive nos da la chance de escoger nuestra propia arma para aglutinar nuestras coronarias. Los ingredientes si van mas allá de la tipificación creada por los restaurantes de comida rápida, puesto que nos presentan por ejemplo: salsa chipotle, cebollas caramelizadas, queso suizo, champiñones salteados y como no tocino genuino. Pero más allá de los ingredientes,

 ¿Qué hace a estas hamburguesas especiales?

esto definitivamente es más que una sombra

Bueno para empezar, las hacen en el momento, verdaderamente a la plancha y no a partir de una plancha de carne cortada con molde circular. Las cosas buenas toman tiempo, y si bien es cierto que estas si se “esmeraron” en hacerlas porque vaya si se tardaron, le echo la culpa al cambio de turno y al alegato entre el cajero que se debía ir y al que iba para adentro. Bien sabemos que en un país como el nuestro es el comensal el que paga los platos rotos. Esto del tiempo es algo vital, y es que el mercadeo nos ha hecho necesitar las cosas rápido. ¿Hamburguesas ya preparadas?  ¿En serio? Pero son muy pocos los que se animan a retar “al sistema” y se pueden dar el lujo de esperar, porque ahora en estos tiempos post modernos todo vuela, ya no solo las aves y los aviones. 

mmmmmmmmm chipotle

Para los que decidimos esperar somos bien recompensados con una hamburguesa carnosa, nada acartonada. Siempre he querido hacer un análisis de que tiene mas cartón en una de esas hamburguesas de anuncio, si la hamburguesa en si o la caja en la que vienen empacadas. En fin como todo en la vida, el sentido inquisitivo nos compensa con respuestas tangibles, y en este caso con hamburguesas deliciosas.

A continuación les dejo este pequeño análisis de la alegoría de las cavernas enfocado en hamburguesas:

 

1.- Gente que alaba a las hamburguesas de restaurantes de comida rápida.
2.- Dinero, Marketing, CEO’s gordos de multinacionales aun más gordas.
3.- Atrevidos sedientos de verdaderas hamburguesas.
4.- Obviamente esto no es el sol, si no una gigante hamburguesa que dominara al mundo!! Mi idea del bien.


Platón de hamburguesas dice:

Calidad (4/5): a pesar de tomarse casi los dos cuartos de hora para entregar el pedido solo me queda decir que vale la pena. La carne cocinada a la perfección, jugosa, y la hamburguesa caliente, inclusive se tuvo que quedar abierta para poderla comer después. ¡¡Excelente!! Quiero comer más, más y más.

Precio (8/10): el precio por hacer su propia hamburguesa no es excesivo. Muchos restaurantes tienen intentos respetables, pero los precios ascienden a lo que cuesta un sicario en un país industrializado. ¡Urra por el tercermundismo!

Riesgo (3/10): corrí el riesgo de morir de hambre por la tardanza, o de risa por oír la alegada que se dieron los chatíos en el cambio de turno. Si quieren comer rápido procuren no ir en ese ínterin. 

Calificacion ponderada en piolos: 4.83



domingo, 21 de agosto de 2011

La Chapina o, “El miedo existe, pero no lo conozco…”

Los relatos verdaderamente históricos empiezan con una idea que puede al inicio parecer intrépida, fortuita o inclusive tonta. Como el que se aventuro a decir que la tierra no era el centro del universo, o aquel otro que decidió asesinar al archiduque de Austria-Hungría. La historia nos implanta conocimiento, experiencias; buenas y malas. Decidan ustedes que les deja este relato.


(una carreta varada sin nombre)

Ya es mas de la 1:30am y mi tripa se rehúsa a callar, y esta tripa no es normal, vale decir que yo tampoco, pero creo que eso ya se ha hecho evidente desde tiempo atrás si leen seguido.
Hace ya varias semanas un amigo conocedor del buen comer había hecho una recomendación digna de este momento. Y es que hay un momento para todo. Un jueves acabado, después de oír tonadas “melancólicas” de cierto DJ por un par de horas y habiendo sucumbido ya a un buen par de litros de La Canchita más Noble (este review viene un cacho más adelante mis buenos amigos), es que el curso es trazado. La Chapina hace su llamado, este era el momento. Fue así como entonces ya encima del viernes, pero aun debajo de las nubes del día anterior partimos hacia lo desconocido.


(queso y más que eso...)

Atravesando cuadras de esta ciudad atacada más que por la delincuencia, por la paranoia creada por los medios, una persona en su disque sano juicio no se le ocurriría dirigirse a una carreta de madrugada. Pero, ¡ay hombre! mis antepasados no sobrevivieron a base de temerle a los animales que cazaban, no, ¡claro que no! Al contrario, le hicieron frente y se alimentaron. En el presente a mi me toca hacer “básicamente” lo mismo, alimentarme. Las chapinas quedan localizadas justamente en la intersección de la diagonal 6 y el bulevar Los Próceres a la altura de los bomberos municipales.


(el alma de la chapina es de maíz)

Al llegar a la carreta las opciones fluyen. Estas personas si saben lo que hacen, pueden degustar desde la tradicional carne al pastor hasta por qué no, lengua u ojo. Ya habiendo caído en la tentación de la carne, se empieza a preparar esta aberración. La carne es preparada a la plancha junto con un volcán de queso OAXACA (las mayúsculas porque realmente uno tiene que gritar el nombre para demostrar que tan delicioso es) y esto ya después se ve introducido no en una, sino dos tortillas. Las dos tortillas sirven para albergar otro chipuste de queso que va fantásticamente derretido a la parrilla. Es interesante ver juntas a una tortilla de maíz y una de harina, definitivamente si tenían que coexistir el vínculo debía de ser el queso.

Después ya de tres permutaciones de carnes y quesos entendí que era suficiente, aunque no quería parar de comerlas lentamente. Desde que se le da la primera mordida y quema la lengua uno entiende que las chapinas siempre serán mejor que las gringas y que el que sucumbe al miedo nunca obtiene la recompensa...


(¡¡é xi to!!)

El director dice:

Calidad (4/5): con tanta carne uno no sabe que hacer, cerdo y res mezclándose con queso hacen que me quede pensando si realmente es necesario comer alguna otra cosa.

Precio (4/10): a Q20 por cada una compuesta de al menos 3 carnes y tomando en cuenta que una NO es suficiente hay que ir listo para poder disfrutar de todo el potencial de esta carreta.

Riesgo (7/10): honestamente me da mas miedo pasar por ahí de día. Sin embargo es latente el peligro estar al aire libre pasada la 1am comiendo fuera en esta ciudad. Tomando en cuenta que llegan a cerrar hasta las 3am pueden tomarse la libertad de extrapolar los sucesos y situaciones.


Calificación ponderada en piolos: 4.47


A los fieles seguidores les pido disculpas por las tardanzas, los contratiempos arrasan con las cosas que mas se disfrutan.


domingo, 24 de julio de 2011

Deliciosos Frijoles Vulgares

Los frijoles han sido parte de la dieta Guatemalteca desde tiempos inmemorables. Son parte de las “tres hermanas”, tres cosechas que fueron fundamentales en la dieta de los pueblos mesoamericanos; estas son la calabaza, el maíz y por su puesto los frijoles deliciosos (Phaseolus vulgaris). No podía seguir con shebycheff sin una oda a los frijoles, y es que la ambrosía de los frijoles radica en su simpleza. Y citando a un gran científico “todo debe hacerse lo más simple posible, pero no más simple que eso”

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(frijolitos perez)


Pues tomando en cuenta varias recomendaciones que hicieron y que siempre tomo en cuenta decidí aprovechar mis vacaciones para redescubrir un lugar con platos deliciosos y básicos, y brindar protagonismo a la gastronomía urbana y rural del interior del país.

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(a falta de palmeras los blocks fueron nuestra sombra en este oasis alimenticio)

En esta ocasión la travesía me llevo al oriente del país, para darle un estreno a mis vacaciones partimos hacia una de las regiones más áridas del país con un grupo de amigos. Disfrutando del paraje y la carretera (sin baches) patrocinada por una pequeña republica que es reconocida por pocas de sus colegas. Fue así como el paisaje fue cambiando sus verdes arboledas y enlutándose por la reconocida esterilidad que caracteriza a los suelos orientales. De igual manera fue apagándose mi fuerza de voluntad de no comer hasta el destino. Ya ciegos del hambre decidimos parar. El kilómetro 58.5 fue nuestro efímero destino, el “Comedor y Cafetería Mariela” se presto para ser nuestro oasis para desalmorzar. Pasamos el umbral de ladrillos y nos albergamos en la banca de madera, forrada “nítidamente” por un mantel vinílico de una bebida de cola, no es la opción más fresca en ese calor. En cada mesa el detalle de centro son los cubiertos, al más puro estilo guerra mundial podría intimidar a cualquiera endeble de carácter.


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(así se ponen los cubiertos lo demás son pajas)

Para los neófitos, este pequeño comedor localizado en El Progreso pone como estelar a los frijoles. El menú definitivamente no es el más amplio, sin embargo, esto da la pauta que estas personas pueden concentrarse en hacer bien las cosas que están disponibles. Es como si tuviéramos la oportunidad de visitar un restaurante minimalista (claro en el sentido menos burdo de la palabra) puesto que en el menú todos los platillos sucumben ante los frijoles negros. Varia el acompañante que puede ser: marrano (ay que rico), res, o huevos. Y aunque se pueden quedar anonadados por la variedad, el sabor no los va a decepcionar.

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(le menué)

Los frijoles son preparados en caldo, el sabor no es precisamente espacial (si espacial, especial es diferente) es un caldo de frijol de lo mas plano. Sin embargo cada plato de frijol va acompañado de su dotación de queso, crema y un chirmol semi-picante atiborrado de cebollas. Todo esto en conjunto ya pone interesantes las cosas. Y es que, ¿a quién no le gustan los frijoles con crema?
En fin, esto solo inicia las cosas, eventualmente el primer plato de frijoles se acaba, para los inexpertos acá todo parece haberse perdido:

- y la carne? No ha llegado!-
-que voy a hacer?-
-Comeré sin frijol?-
- CLARO QUE NO!-

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(coche)

Amablemente siempre les van a ofrecer un platillo adicional de frijoles y obviamente con sus valientes acompañantes. Y es entonces cuando la carne hace su entrada triunfal. En mi caso, marrano por su puesto. Asado, quizá un poquito más de lo debido, o quizá es que la pieza es muy delgada, no le resto muchos puntos, pero si podría mejorar. Y es que ya montado en la mula, con ganas de carne y con un resto de frijoles yo lo que quiero es seguir comiendo!


El profe dice:

Calidad (3/5): frijoles, frijoles, frijoles mmmmmmmmm el caldo de frijoles es muy rico junto con la crema el queso, el chirmol y la carne. La carne por el otro lado podria asarse menos para no estar tan seca.

Precio (9/10): por Q35 se obtienen frijoles (dos turumbos) mucha crema, queso, chirmol, y el trozo de carne que realmente es generoso. agreguen Q5 de un agua.

Riesgo (3/10): muerte de calor, claustrofobia, estar a 10 metros de una carretera. todo lo vale por comer rico.

Calificacion ponderada en piolos: 3.93